Esta impresionante obra de ingeniería hidráulica es un testimonio de la habilidad y destreza de los ingenieros y constructores del siglo XVIII. A lo largo de su historia, el Acueducto de Morelia ha sido un símbolo de la identidad y el patrimonio de la ciudad, y se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos y reconocibles de México.
La construcción del Acueducto de Morelia se llevó a cabo en el siglo XVIII, durante la época colonial de México. La ciudad de Morelia, entonces conocida como Valladolid, experimentaba un crecimiento demográfico y necesitaba una solución para el suministro de agua potable a sus habitantes. El proyecto del acueducto fue concebido por el arquitecto español Antonio de San Miguel y el ingeniero José Antonio de Ibargüengoitia, y se inició en 1735.
Cuantos Arcos tiene el Acueducto de Morelia
El acueducto de Morelia consta de 253 arcos y tiene una longitud total de aproximadamente 1.700 metros. La estructura está construida con cantera rosa, una piedra volcánica local que se extrajo de las canteras cercanas al volcán de Santa María. Los arcos, de estilo barroco, tienen una altura máxima de 30 metros y una envergadura de hasta 4,60 metros.
Función y utilidad del Acueducto
El Acueducto de Morelia tenía como objetivo principal proveer de agua potable a la creciente población de la ciudad. El agua era traída desde manantiales situados en las montañas cercanas a través de canales de conducción que alimentaban al acueducto. La altura de los arcos permitía que el agua fluyera por gravedad, sin necesidad de bombas o maquinaria, lo que garantizaba un suministro constante y confiable a la ciudad.
Durante más de 200 años, el Acueducto de Morelia cumplió con su función de suministrar agua a la ciudad, hasta que fue retirado del servicio en 1910 debido a la modernización de los sistemas de abastecimiento de agua. Sin embargo, su valor histórico y arquitectónico fue reconocido y se hizo un esfuerzo para preservar y mantener la estructura como un importante patrimonio cultural.